Alrededor de una conversación cotidiana, veremos de manera práctica cómo lo que siempre hemos creído sobre nosotros mismos y nuestras posibilidades en el terreno personal, principalmente, puede ser desafiado y cambiado para tomar acciones alrededor de nuestros hobbies, bienestar personal y relaciones interpersonales, entre otras cosas.
Nuestras emociones son el motor de nuestra existencia: nos movilizan hacia lo que más agrada o donde más tenemos competencias y nos detienen cuando creemos que podemos experimentar rabia, frustración y derrota.
Reconociendo esto e identificando las creencias detrás de las emociones, podemos replantearnos cualquier aspecto de nuestra vida en el que queramos ser más plenos.
Por eso te invito a que conozcas un poco más acerca de cómo hacerlo y dar el primer paso hacia lograr objetivos de tu vida que aún tienes detenidos.
Soy Maestra en la Práctica del Liderazgo basado en Energía, formulado por la escuela iPEC (Institute for Professional Excellence in Coaching) en Estados Unidos.
A través de 30 años de experiencia corporativa, primero en multinacionales de tecnología informática y luego como socia en una empresa de tecnología colombiana, identifiqué dos problemas puntuales para el logro de los objetivos empresariales: la comunicación y el desarrollo adecuado de competencias para el liderazgo. Cuando la comunicación falla, nos conduce a malos entendidos y conflictos, retrasos en los procesos de atención a los clientes y malas experiencias de venta entre otros. En liderazgo, he visto a muchos profesionales competentes y exitosos convertirse en líderes menos exitosos, porque no encuentran cómo hacer la transición del “cómo hay que hacerlo” al “qué hay que hacer, quién lo debe hacer y cuándo”, por no tener conocimiento de las principales competencias que deberían tener para lograrlo. Mi práctica se basa entonces, en contribuir a que los profesionales y equipos de trabajo logren los resultados desde su máximo potencial y con la mayor satisfacción posible.