Miedo al éxito: estrategias para estar preparado cuando llegue

Ya hablamos en algún momento del miedo a sobresalir. Quiero plantear el miedo al éxito como el miedo a sobresalir continuamente y tanto que:

  • Nos asciendan de posición
  • Nos ganemos más dinero
  • Tengamos que liderar a más personas
  • Dispongamos de menos tiempo para nuestra vida personal y hobbies
  • El síndrome del impostor se vuelva una constante en nuestra vida
  • Notar y sobrevivir a la polarización que creamos en nuestro entorno con decisiones y éxitos

El éxito nos plantea una película que, para empezar, no sabemos cómo vamos a vivir. Y hemos estado previamente en posiciones de criticar como lo hacen otros y de decirnos a nosotros mismos que si estuviéramos en la posición de éxito tomaríamos decisiones diferentes o haríamos cosas distintas. Y llegado el momento, no sabemos cómo responderemos sobre nosotros mismos ante lo que tengamos que resolver y si estaremos cumpliendo con nuestros criterios de cuando no estábamos tan visibles.

Pocas veces hemos sabido que ya vamos a llegar al éxito. Como quiera que nosotros mismos lo hayamos definido. Lo cierto es que, si hemos superado otros temores como el de hablar, sobresalir, ensayar cosas nuevas, es posible que cuando menos pensemos ya estemos en la puerta del éxito.

 Y para darnos cuenta de que por el camino hemos cultivado muchas virtudes, también será claro que no hemos logrado superar ciertas debilidades de conocimiento, habilidades o carácter. Cruzar esa puerta y permanecer tras ella, viviendo el éxito y construyendo más, requiere de reflexiones periódicas:

  • Si algunas personas me creyeron adecuado para esto ¿qué hice para merecer este momento, esta oportunidad o estas responsabilidades? Es un llamado a hacer una lista honesta y modesta de en quién nos hemos convertido.
  • Con esta lista, ¿qué personas completan un equipo sanamente conformado para lograr los objetivos? Nos demanda comunicarnos con las personas que tenemos a cargo o a quienes queremos en nuestro equipo, para evaluar cómo podemos trabajar juntos y definirlo
  • ¿Cómo puedo evitar consumirme solamente en trabajo limitando mi desarrollo en otros campos de la vida, para terminar insatisfecho en unos meses? Se requiere conciencia, inteligencia y disciplina para organizarse y pedir lo mismo al equipo. Desde el inicio, nuestro éxito es un reflejo del éxito que ellos tienen como personas y hacerlos responsables con nuestra confianza, capacidad para delegar y empoderar, solidaridad para apoyarlos aún cuando se equivocan es fortalecer su crecimiento y de paso dejar de lado esa sensación dañina de que los líderes somos imprescindibles.
  • Mantenernos en la aceptación de las circunstancias buenas, regulares y malas que ocurran día a día, porque la aceptación nos lleva muy rápidamente a la reflexión objetiva de lo sucedido y las circunstancias para analizar y decidir. La aceptación nos permite cultivar virtudes del trabajo con otros como preguntar antes de regañar, confiar antes de controlar, humildad y tolerancia para pedir y recibir retroalimentación, resiliencia para recuperarnos pronto del fracaso, humildad de nuevo para apropiar los éxitos y construir sobre ellos el objetivo buscado.
  • Agradecimiento por la confianza que quienes nos designaron y nuestro propio equipo de trabajo depositaron en nosotros y ocuparnos con responsabilidad de no defraudarla.
  • Comunicación eficaz propia y propiciada en el equipo para levantar oportunamente la mano y abordar las situaciones complejas para su resolución.

¿Qué falta? Inicié esta lista hablando de la reflexión periódica. Debe ir acompañada de los números del negocio. Los que no nos mienten y los que nos llevan a confrontar la realidad con el resultado para implementar las correcciones. Todas nuestras virtudes son inmedibles, pero son ajustables para encauzar los hechos por el camino que en cada momento consideremos oportuno y esto sólo es posible, con las mediciones correctas y sin echarnos cuentos ni excusas

Entonces, si el éxito no está aquí, pero lo vemos en nuestro camino, es importante que vayamos cultivando acciones que nos permitan obrar según la lista anterior. Temores siempre habrá porque el futuro es desconocido y estará en nuestras manos en ese momento. Sólo espero que con más herramientas (por favor sugiéranme más) y trabajando a consciencia, nos podamos “echar al agua”…. con flotador, con remos, con aletas, pero nadar, aprender y pasar a la orilla del triunfo que nuestra posición y anhelos merecen.

Si quieres recibir este boletín en tu correo electrónico, suscríbete aquí: 

Scroll to Top