Hoy terminamos nuestros artículos sobre el miedo. Lo cierto, es que puede ser una fuerza poderosamente paralizante y poderosamente movilizadora cuando descubrimos en nuestro interior sus causas y las conectamos con nuestras creencias.
Algunas reflexiones adicionales, que sintetizan lo expuesto en los artículos anteriores son:
✅ Cuanto más desconocida la situación y lejana la experiencia a la nuestra, más miedo sentiremos
✅ Está en nuestro conocimiento sobre emociones, contener la frustración, angustia y rabia buscando aceptar la realidad como es y no con las arandelas que nuestro miedo le pone
✅ Nuestra mente, enfriada por el proceso anterior, podrá determinar las acciones que nosotros y el equipo debemos realizar para analizar la situación con objetividad
✅ A partir de la realidad objetivamente descrita, nos corresponde cuestionarnos sobre recursos, alternativas, riesgos y sopesar nuestras posibilidades
✅ Los fracasos no existen, son acumulación de experiencia, horas de vuelo, mejor conocimiento y aprendizaje
✅ El proceso es un camino hecho de paciencia, resiliencia y perseverancia
✅ No estamos solos y otros tienen miedos, parecidos o diferentes de los nuestros. Corresponde a nuestro liderazgo, descubrirlos y ayudar a las personas de nuestro equipo a verse y procesar los miedos en el camino
✅ Muchos fracasos no son sólo aprendizajes, nos pueden plantear redireccionamiento del rumbo. Cambiar de rumbo se puede, siempre que haya sido decidido con el proceso de análisis de la situación basado en apreciaciones objetivas de la realidad que sólo se logran cuando nos despejamos de las emociones destructivas
✅Rodearnos de las personas correctas es clave para aportar una perspectiva integral a nuestro conocimiento de la situación, para fortalecer los criterios con que tomamos decisiones
✅ Aunque tomemos medidas para establecer un punto de partida cierto para nuestra acción, para conocer el territorio lo mejor posible, así como nuestras opciones, en muchos casos habrá vacíos que alojarán temores que podemos vencer apropiándonos de una confianza (no desbordada) en la tarea que hicimos y en la conexión con los principios fundamentales de nuestras vidas, para ser dueños de los resultados y hacernos responsables de los mismos
Por último, quiero agradecer a todos su lectura y quisiera que también me aporten desde sus perspectivas sobre los miedos propios y de las personas de su equipo para que podamos continuar fortaleciendo el liderazgo de aquellos a quienes servimos.
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