¿Tengo que poder con todo?

Decir que sí a todo, nos recarga de tareas y aumenta nuestro estrés.

¿Eres un solucionador de problemas? No importa si se trata de reparar algo en tu hogar, ayudar a un colega o atender un asunto familiar, siempre encuentras una manera de poder con todo lo que no está funcionando adecuadamente. En ocasiones, podemos sentirnos abrumados cuando no podemos solucionar todo de manera inmediata y esto seguramente sucede porque le estás dando prioridad a los asuntos laborales ya programados en tu agenda.

Antes de permitirnos esta sensación de agobio, reflexionemos sobre sus causas, que proceden de nuestra manera de pensar:

Primero que todo, llevamos muchos años construyendo una identidad de personas responsables que siempre pueden con todo. Así, nuestro ego entra en conflicto cuando sumamos un pendiente a nuestra lista mental y pasan horas, días o semanas y no lo solucionamos.

Segundo, la presión de nuestro mundo hiperconectado en que recibimos correos, mensajes instantáneos y nuestras redes sociales se mueven todo el tiempo, nos hace sentir inconscientemente que cada cosa que cae bajo nuestra atención tiene que ser resuelta de manera inmediata.

Así, cuando tengas muchas cosas por resolver, diferentes a tus asuntos laborales, te recomiendo reconocer que la mayoría de las cosas NO requieren atención inmediata y tomar las siguientes medidas:

1.      Si el asunto se puede delegar, asegúrate de hacerlo pronto y en la persona que tiene las capacidades y conocimiento para resolverlo.

2.      Si es un requerimiento hecho por otra persona, hacer acuerdos sobre la fecha en que tiene que ser resuelto y definir pasos realistas para hacerlo. Con estos puntos claros, las tareas que sí son tu responsabilidad ya pueden ir en tu calendario.

3.      Si es un asunto personal o doméstico, que aún no sabes cómo incluír en tu calendario, ten una lista personal y una lista doméstica, por poner dos ejemplos y revísala siquiera un par de veces a la semana, para definir, según su importancia y tu disponibilidad más cercana, cuándo lo puedes hacer.

Tener “listas de parqueo” de tus pendientes, te libera del temor que puedas tener a olvidar o a convertirte en el irresponsable que no quieres ser. Además, la claridad de que cada cosa pasa a su debido tiempo (porque tomaste la decisión de delegar, la programaste o la parqueaste), aumenta tu sensación de control y tranquilidad con respecto a su resolución.

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